Hemos sido testigos de un acontecimiento histórico, algo que me atrevo a decir pocos, o nadie, esperaba vivir, una pandemia que nos llevó a confinamientos estrictos, saliendo únicamente en casos absolutamente necesarios.
Poco a poco, muchos mercados internacionales comenzaron a sentir el impacto del COVID-19, bolsas de valores, mercados de combustibles, entre otros.
¿Qué pasó en el Mercado Eléctrico Regional (MER)?
Este Mercado en el que muchos operamos día a día no fue exento de los efectos de esta emergencia sanitaria mundial. Todos los países registraron una reducción considerable en la demanda de energía eléctrica.
Aquellos que aún tienen una alta influencia de generadores a base de búnker comenzaron a observar cómo sus costos variables se reducían semana con semana.
El Salvador, por ejemplo, cuya matriz energética es principalmente influenciada por combustibles fósiles, experimentó una reducción importante en los precios del mercado mayorista, precios que llegaron a ser competitivos incluso para considerar y poner en marcha exportaciones hacia países que habían sido típicamente exportadores.
Si vemos al sur de Centroamérica, países que durante los meses anteriores ya consideran el comienzo de su invierno, tuvieron oportunidad de exportar hacia el resto de los países.
Entre marzo y julio de 2020, a nivel de la región, se tuvo flujos de energía promedio de 207.2GWh/mes. Haciendo un total de 2,072GWh en los 5 meses que hemos contabilizado.
Es importante destacar que a pesar de estar viviendo una pandemia mundial el MER siguió activo, los MWh siguieron tranzándose de un punto a otro; de un país con excedentes hacia un país con espacio de importar y esto en medio de un estado de emergencia a nivel mundial; lo cual es, sin duda alguna, vital para evitar que las economías colapsen.
En medio de toda esta problemática el MER ha demostrado el beneficio que puede aportar a la región, al ser un mercado versátil, adaptativo y dinámico.
A lo largo de los años ha mostrado su capacidad de acoplarse a las circunstancias con las que se enfrentan cada uno de los países que lo conforman, o incluso a nivel de región como sequías, inviernos copiosos, cambios de políticas públicas, etc.
Esperamos que en los años venideros se promueva el crecimiento del MER y sea provisto de nuevas herramientas para mantener su estado de dinamismo, que se propicie su desarrollo para proyectarse como un mercado a la vanguardia mundial y no se vea frenado el impulso de su crecimiento.
¿Es el mercado eléctrico anti-pandemia?
En los últimos 5 meses comprobamos que sí, lo es… y sobre todo es un mercado indispensable para el dinamismo en las economías de la región.