Actualmente en todos los sectores de la industria la información es un bien intangible, indispensable para el desarrollo de nuevos modelos de negocio y optimización de aquellos ya existentes. La pregunta que hoy nos planteamos es: ¿Cuál es el valor que tiene para las empresas del sector de energía la información?, sin duda es una pregunta difícil de contestar.
Con este artículo se espera subrayar la importancia de los datos y el difícil camino para llegar a obtenerlos.
El valor del conocimiento
A manera de ejemplo: el talento del directivo de una empresa, que, con ideas brillantes, liderazgo, experiencia y efectividad; hace junto a su equipo que la compañía se desarrolle a un alto nivel, puede considerarse como un bien intangible. Al llegar el momento de calcular un valor económico sobre dicha empresa el valor intangible de las habilidades del directivo debe incluirse, ya que la empresa no sería lo que es ante su ausencia.
Por tanto, si observamos los grandes mercados desarrollados, un factor determinante de progreso es el acceso a los datos que tienen los diferentes agentes del mercado, los cuales convierten en información y utilizan para definir objetivos, trazar estrategias, diseñar nuevos productos o servicios, mejorar la calidad y precio de un commodity, generar fuentes de empleos y mucho más usos valiosos que los datos pueden representar; claramente estos usos no se obtienen únicamente con los datos ya que luego de tomar una decisión se traza un plan que deberá ejecutarse.
Puede ser que la información, en nuestros tiempos, siga siendo difícil de valorar, pero sus efectos son perfectamente tangibles, no solamente de forma económica sino también en una mejora de calidad o eficiencia, así como en el ejemplo del directivo, en algunos mercados podemos valorar la información con la accesibilidad que se tiene a ella, y es cuando no existe que se convierte en un costo de oportunidad; mientras que en otros escenarios más favorables, la información se valora en términos de desarrollo para el sector.
Extract, transform and load (ETL)
Vale la pena mencionar de dónde provienen los datos, en el mercado energético específicamente, los Operadores de Sistema (OS&M) son las entidades encargadas – entre otras funciones de vital importancia para el buen funcionamiento del sistema – de proporcionar a los Participantes de Mercado (PM) los datos de las diferentes variables involucradas durante la planificación, la operación y liquidación económica de dicho sistema.
Probablemente una de las mayores dificultades que encuentran los PM es la diversidad de formatos que los OS&M utilizan para publicar estos datos, encontrándose desde archivos con formato PDF hasta servicios de bases de datos; sin tomar en cuenta las posibles inconsistencias, retrasos en la publicación de los datos, restricciones de acceso, baja calidad en los servicios, entre otras situaciones adversas que puede representar su obtención. De esta forma, consumir los datos desde todas estas fuentes puede volverse una tarea desgastante.
Un mercado resistente al cambio
En algunos países el mercado energético cambia lentamente, por diferentes razones como falta de presupuesto, cambios políticos y en algunos casos simplemente hablamos de mercados que fueron creados bajo un enfoque estatal, dónde la información le pertenecía al estado y no existía la necesidad de compartirla. Cambiar esa mentalidad y compartir información a los demás PM, luego que se abriera a la inversión privada, ha tenido un avance lento.
Por otro lado, podemos ver el caso de mercados que se han adaptado a los cambios de la matriz energética, a los diferentes tipos de generación y demanda, a los productos financieros del sector, que apuestan a la investigación y desarrollo, mercados que han logrado reconocer que son sus diferentes actores los que generan la innovación y emprendimiento, esos son los que ahora sirven de ejemplo.
Finalmente, me gustaría remarcar que ante esta era cada vez más digital y conectada es necesario que tanto el sector privado como público vuelvan su mirada al análisis de los datos, que se aventuren a evaluar nuevos modelos de negocio y que inviertan en mantener su base de conocimiento actualizada, ya que los ritmos de avance tecnológico de estos tiempos son mucho más acelerados de lo que solía ser hace apenas un par de décadas.